HISTORIAS DE AMOR EN NAVIDAD: UN RINCON PARA ENAMORARSE
Confieso mi debilidad por las películas navideñas y las lecturas de romance. Mis hijos se burlan de mí porque, según ellos, puedo predecir los finales de estas historias e incluso recitar la secuencia de toda la película. Los protagonistas regresan a su lugar de infancia oa un encantador pueblito pintoresco, y en tan solo unos días, con la compañía de chocolate caliente con malvaviscos, encuentran al amor de sus vidas. Yo, por mi parte, no me canso de suspirar y termino sintiéndome completamente satisfecha.
La verdad es que no me preocupa por el porcentaje de probabilidad de que estas historias se hagan realidad. Simplemente las disfruto y me hacen sentir plenamente inmersa en el espíritu navideño, lo cual comienzo a buscar desde octubre, aunque, por supuesto, sin adornos navideños en la casa (¡al menos hasta noviembre!). ¡Ja, ja, ja!"
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