Un Festival de Alegría y Energía



¿Cuántas veces nos hemos preguntado por qué ciertas personas llegan a nuestras vidas? Algunas nos hacen sentir muy a gusto, mientras que otras incluso nos disgustan. Pero ¿sabes que lo que más te disgusta de una persona es simplemente un reflejo de algo en ti que también te disgusta?

Todos nosotros vibramos en frecuencias diferentes: a veces altas, llenas de alegría y vitalidad, y otras veces medias o bajas, reflejando estados de disgusto, tristeza o preocupación. ¿Estás consciente de que estas frecuencias son las que atraen a las personas que se acercan a ti?

Hace unos días, viví esta experiencia en el Festival Vida junto con la comunidad Yo Soy Oiler. Normalmente, me pongo nerviosa antes de los eventos, ansiosa por cómo será, qué haré o cómo me irá. Pero esta vez, desde el día que acepté participar y comencé a compartir información sobre la actividad, lo único que sentí fue alegria en lugar de angustiada.

El día del evento, me desperté con una tranquilidad que nunca imaginé tener. La noche anterior había estado disfrutando con buenas amigas y me acosté algo tarde, pero esto no afectó mi estado de ánimo. Al despertar preparé todo lo necesario para llevarme, organicé el desayuno para mi familia e incluso desayunamos juntos y todo esto sin ningun apuro. Cuando revisé la hora, me di cuenta de que tenía tiempo más que suficiente.

Antes de salir, me encomendé a Dios y al universo para que el día fuera increíble, ya de hecho lo sentía asi, y ¿adivina qué? ¡Lo fue! Desde el momento en que llegué al lugar sentí una energía festiva en el aire todos con sonrisas en sus rostros. Cuando abrieron las puertas al público, fue sorprendente ver la fluidez con que todo avanzaba: personas entrando y saliendo, charlas con gran audiencia y el ambiente agradable que se respiraba.

La comunidad Yo Soy Oiler a la que pertenezco también me transmitió esa alegría y esa paz, pintando sonrisas y una seguridad increíble a nuestro alrededor. Fue como si juntos creamos un aura especial que nos llenó de confianza y positividad, haciendo que cada momento fuera aún más especial y memorable.

Lo que me llevé de este día fue sencillo: los organizadores de Festival Vida  desde un inicio irradiaron siempre una  frecuencia de alegría y vitalidad, justo como su nombre lo indica, que contagió a todos los presentes, manteniéndonos en una misma sintonía llena de alegría, emoción y sonrisas,  

Siempre habrá altibajos, y cada momento nos enseña algo valioso. Sin embargo, disfruta y quédate con todo lo que te brindan los momentos de alegría; son aquellos que más rápido pasan pero que perduran en nuestra memoria como grandes recuerdos.

Gracias, gracias, gracias.

Comentarios

Entradas populares